Cómplices anónimos

Llegué y fui pisando rápido, con la misma frecuencia que llegaba a mi mente una sensación de cálida blandura. No me atrevía a mirar al frente.
Pero cuando llegué al final lo vi observándome de lejos.
Era como un secreto, como la vivencia de un placer culpable...
Y al pasar al lado mío, el esbozo de su sonrisa hizo innegable en su mirada la complicidad.
No lo conozco, pero estoy segura: él sabía todo.
Comentarios
es 100% bakan...
ojala sigas escribiendo...
así vuelvo a tomar el lapiz y escribir, es una inspiracion, porque abandoné hace mucho el cuaderno de notas e historias, de poemas, de mis derrotas y alegrias....
Eso... xau
yo soi del fotoló re_retro
i éste es mi blogspot, visítalo =)