Réquiem Primero
Te veo oscura y opaca, no resplandeces. Te temo y te puedo oler. Contémplame, mírame en mis actos voluptuosos. Voluptuoso el aire que mis pulmones recambian y voluptuosa la música que mis oídos absorben, como voluptuosa y violenta es la desesperación que me estrangula al verte. No has tocado una célula de mí y mi carne ya se crispaba ante tu presencia. Viste mis ojos en blanco, estupefactos y perdidos. Cegados por ti. Un sudor frío me bañó las manos y el hielo eterno perforó mis vísceras. Me miraste y te reconocí. Quise gritar "¡No me mires!", mas mi voz ahogaste. Me has quitado el aire y yo no me daba cuenta, enamorado, encantado de tu lúgubre ser. Mi delirio nunca fue mayor, mi gozo nunca tan completo y nunca tan amargo como ahora. Bebí la hiel de la copa que me ofreciste. La cicuta es zumo de frutas dulces ante ti, oh, musa poderosa. Quise poseerte, pero antes de terminar mi pensamiento ya era tuyo. Me entregué sin preguntas, sin juicio y sin voluntad. Me anulaste, me aniq...