Per Amore

Si bien no era lo que más agradaba a Rosa el encontrar el espejo empañado al terminar su ducha, lo aprovechaba para dejar un mensaje a Alberto, que se levantaba 15 minutos más tarde. El más frecuente era "Alberto, te amo".
El mensaje encontraba respuesta a la hora que Alberto cruzaba la puerta con los niños de la mano en dirección al auto. La miraba largamente y le daba un beso de esos favoritos de Rosa; claro está que de entre los clasificados "públicos", vale decir los que cabían cuando había alguien más en frente.

Comentarios

Anónimo dijo…
si se nota...
rosa y alberto...
me recordo una vieja historia...
xD!
bueno eso xau!

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