"¿Qué demonios hago con las ganas de tocar guitarra a las dos de la mañana?" - se preguntaba Manuel tendido en la cama, con la luz apagada y sin poder dormir. Siguió dándole vueltas mentalmente a los acordes de las últimas canciones que había aprendido. Ese rumiar conocimiento, masticarlo en el cerebro y lograr digerirlo, más que aprender , para él implicaba aprehender: "No hay como estudiar tanto algo, al punto de hacerlo tuyo"- pensaba. Luego se durmió. Cuando despertó, el único sueño que logró recordar de la noche recién pasada fue uno en que había un gentío aplaudiendo. Al centro de la pista, él bailaba con una mujer. No pudo traer la imagen de su cara, ni precisar su nombre. Lo más claro era la sensación aún viva de gozar tanto el baile, como nunca lo había hecho. Podía recordar los sones de una salsa de Tito Puente al tiempo que hacía girar con ligereza a su pareja tomada de la mano. Al terminar el giro, recibía su cuerpo en elástico movimiento, trabándola con...
Comentarios
Hay q tener tiempo para educar a las nuevas generaciones.
Saluditos niña y q le vaya muy bien
el que encendió el microondas fue el niño, no el anciano
PLOP!!