Siniestro por Silencio

Silencio que lames con hielo mis oídos.
Silencio que punzas con acero el corazón dentro del pecho.
Silencio que aprietas las muñecas como cuerda áspera.

Silencio que desnudas con violencia y sin amor.
Silencio que te justificas en el orgullo.
Silencio que has nacido egoísta, ciego y mudo. Así vas a morir.
Silencio que golpeas a la espalda por sorpresa.

Silencio que quemas como el fuego y sabes a hiel.
Silencio que salpicas y manchas como sangre.
Silencio que bailas solo un tango viejo y conmueves.
Silencio que hueles nauseabundo.

Silencio que te comes las palabras. Las tragas enteras como víbora.
¡¿Quién dijo que necesitabas digerir?!
Te presentas como invitado de piedra, y tu hambre es imparable. Una vez llegado, imposible satisfacerte.

Maldito seas, silencio, que devoraste mi casa.

No hay seguro que proteja contra un siniestro por silencio.

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